Un cuerpo que siente un millón de ojos no necesita mirar por su único par…
Quizás sentir diferente y verlo todo nos inmuta, nos paraliza y nos abstrae. El ser humano todavía tiene muy pobre la sensibilidad para entender lo diferente. Tal vez ser imagen y semejanza nos a inculcado cosas sin conocer su verdadera interpretación.
La vida enseña y cada día hay mas información para las familias que luchan con tesón por sus niños, pero queda mucho y no solo ser padre de un niño autista debe ser el motivo para luchar por una causa, todos como sociedad debemos aportar a la felicidad de todo niño viviente.